Aprender de los errores de los consumidores para ayudarles a tomar mejores decisiones
Business Review (Núm. 190) · Márketing · Mayo 2010
Ya sea perder peso, ahorrar para la jubilación o dejar de fumar, la mayoría de nosotros tenemos una idea clara de algunos de los objetivos a largo plazo que nos gustaría conseguir. Por desgracia, la mayoría no llevamos a la práctica las acciones necesarias para obtener los resultados deseados.
¿Por qué no tomamos las decisiones necesarias para conseguir que nuestros objetivos sean una realidad? La economía tradicional, con sus explicaciones "racionales" del comportamiento y las decisiones humanas, no está bien preparada para buscar una solución a este problema, por dos razones relacionadas entre sí. En primer lugar, al dar por hecho que las personas toman decisiones óptimas, está descartando que puedan existir problemas de este tipo. Por ejemplo, algunos economistas de prestigio han defendido que la adicción es el resultado de una opción racional y que las personas obesas lo son porque han decidido que el placer de comer supera los costes descontados. Este tipo de análisis implica que las intervenciones para reducir la adicción o la obesidad son probablemente contraproducentes, puesto que quienes eligen este tipo de comportamientos están tomando una decisión óptima de realizar esos actos.
En segundo lugar, dado que la economía tradicional da por hecho que las personas toman decisiones racionales en función de la información que poseen, pero también reconoce que la información puede a veces ser imperfecta o incompleta, la explicación económica tradicional considera que la provisión de información es la principal herramienta de política pública para atajar los comportamientos subóptimos que nos rodean.
Nosotros rechazamos el argumento según el cual el origen de la mayoría de los problemas de autocontrol está en la falta de información, y creemos que es la economía conductual la que está mejor preparada para ofrecer políticas que solucionen los problemas que surgen en los comportamientos individuales. No sólo reconoce que el comportamiento humano en ocasiones no es en absoluto óptimo, sino que también identifica una amplia variedad de errores y sesgos en la toma de decisiones que generan decisiones subóptimas. Creemos que gran parte de los errores de la toma de decisiones que generan inicialmente comportamientos autodestructivos pueden ser utilizados para el beneficio individual y colectivo de las personas.
ERRORES HABITUALES EN LA TOMA DE DECISIONES
La mayoría, aunque...