De la evaluación del desempeño al reconocimiento del rendimiento

De la evaluación del desempeño al reconocimiento del rendimiento De la evaluación del desempeño al reconocimiento del rendimiento

La globalización, la demografía, el envejecimiento de la población, los cambios sociales y geopolíticos, la lucha por los recursos naturales, la tecnología y la irrupción digital están poniendo en jaque gran parte de los negocios, sus operaciones, la forma de relacionarse con clientes y empleados, los modelos de organización y hasta muchas de las herramientas que tradicionalmente hemos utilizado para gestionar nuestra fuerza laboral, que ahora se configura de una forma más líquida y radicalmente distinta. Estos cambios hacen que se vuelva necesario cambiar el sistema de gestión del desempeño, pasando de la evaluación anual a un reconocimiento del rendimiento prácticamente instantáneo.

En los últimos tiempos, desayunamos casi a diario con artículos de revistas, libros, videos, posts… que hacen referencia al cambio organizacional que se está produciendo como consecuencia de la digitalización y de la llegada a la empresa de los denominados millennials y la Generación Z (personas nacidas después de 1995). Esta última generación –algunos expertos se atreven ya a hablar de centennials para referirse a la cohorte de los nacidos entre 2000 y 2010– comienza a incorporarse al mundo del trabajo y destaca por unos atributos especiales: son más pragmáticos y realistas y no conciben su vida sin conexión a Internet o acceso a su móvil. De hecho, un estudio reciente, publicado por McCann, afirma que el 53% de ellos preferiría perder el sentido del olfato antes que su acceso a la red…

Es mucho lo que se dice y se escribe actualmente sobre ellos, y parte debe de ser verdad, porque su llegada al mundo laboral está haciendo que algunas de las trasnochadas políticas de RR. HH. se pongan en entredicho por su invalidez. Y esto es precisamente lo que está sucediendo con una de las herramientas de gestión más importantes para sacar lo mejor de las personas: el sistema de gestión del desempeño (SGD).

Los valores y las formas de vida de los nuevos profesionales, acostumbrados al tiempo real y a la inmediatez, sus nuevas necesidades de reconocimiento, rápido y personal, y el auge de las tecnologías digitales se suman a nuevos diseños organizativos, a contextos laborales distintos, a nuevas formas de trabajar y a un liderazgo exigido distinto, dando lugar a la necesidad de que este tradicional proceso tenga que ser reinventado. Así, se debe pasar de la evaluación del desempeño anual a la del reconocimiento del rendimiento de forma inmediata: es decir, debe reconocerse un comportamiento casi cuando se produce, ya que este proceder aumenta la posibilidad de que la conducta positiva pueda ser repetida.

¿CUÁLES FUERON LOS INICIOS? El primer proceso de gestión del desempeño data de principios del siglo XIX y fue puesto en marcha por Robert Owen, un empresario y socialista utópico gales que llevó a la práctica sus ideas reformistas, primero en su fábrica de New Lanark (Escocia) y luego en las “colonias” de New Harmony, que fundó en 1825 en Estados Unidos, y en Harmony Hall (Gran Bretaña). Como buen reformista, Owen propugnaba realizar cambios graduales a fin de mejorar el sistema empresarial. Esos cambios se...


José Manuel Casado González

Socio fundador de 2.C Consulting y presidente de Qaracter ·

José Manuel Casado González, doctorado en Sociología Industrial, Master en Organización y Dirección de Recursos Humanos, PDD por el IESE y PADDB por The Valley Digital Business School.
A lo largo de su carrera profesional ha desarrollado un número significativo de investigaciones y dirigido una importante cantidad de proyectos en el área de Organización y Mejora de Eficiencia Empresarial.Es presidente de 2.C Consulting, empresa especializada en consultoría de Organización, Estrategia de Capital Humano y Gestión del Cambio. Socio de 2.C Tecnología, Digital Training, The Valley Digital Business School, Guudjob y The Holistic Concept.

Hasta diciembre de 2009 fue Socio Director de Accenture, responsable del área de Talent & Organization Performance –antes denominada Human Performance-. Actualmente es miembro del Advisory Board de varias instituciones; además es Distinguished Clinical Professor del Instituto de Empresa, de The Valley DBS, de la ESCP Europe de París, etc.
Con una dilatada experiencia en el mundo de la consultoría empresarial, ha dirigido diferentes proyectos de cambio organizativo, cambio cultural y grandes procesos de integración y transformación empresarial en organizaciones públicas y grandes empresas de nuestro país y en el extranjero destacándose entre otras compañías Antolín, Ferrovial, Cintra, Carrefour, Dragados, Endesa, Banco Santander, BBVA, Banco Popular, Infocaja, Telefónica, Banesto, Globalia, Sanofi Anventis, Merck, Nycomed, Tesorería General de la Seguridad Social, Gerencia Informática de la Seguridad Social, EGMASA, Unión Fenosa, Astilleros Españoles, o compañías mejicanas de la talla del IMSS (más 400.000 trabajadores), Grupo Gigante, Grupo Modelo, etc…

Es considerado un experto en Gestión del Rendimiento Humano, y está especializado en Diseño Organizativo, Estrategias de Capital Humano, Gestión del Cambio y en la utilización de Tecnologías para la Optimización del Rendimiento Humano.

Como experto en Capital Humano tiene un gran conocimiento en los temas relacionados con el trabajo y su futuro.
En los años 90 realizó junto a Eduardo Punset un programa de televisión, para La Cuestión, titulado El Futuro del Trabajo. Desde entonces ha venido trabajando con diversos grupos heurísticos a nivel internacional que están analizando las fuerzas de cambio que están transformando la organización y distribución del trabajo. A parte de sus publicaciones y conferencias sobre la materia, recientemente participó en otro programa de TV, en este caso de Jesús Cintora (A Pie de Calle) sobre el mismo tema.

Fue pionero en el uso y aplicación de metodologías avanzadas de desarrollo de directivos, uno de los primeros coach de Accenture y ha desarrollado este tipo de procesos para grupos y altos ejecutivos entre los que se encuentran presidentes, consejeros delegados, vicepresidentes y directores generales de multinacionales españolas.