Más rápido, inteligente y humanista

En un escenario donde los cambios se suceden a una velocidad vertiginosa, propiciados por constantes innovaciones tecnológicas, cualquier predicción parece condenada a la rápida obsolescencia. Sin embargo, la reflexión merece la pena, porque nos obliga a recordar el verdadero rol de la dirección estratégica de empresas, que consiste más en “escribir” qué sucederá en los próximos años que en tratar de adivinarlo.

Vivimos tiempos de gran aceleración. La tecnología avanza a toda velocidad; las tendencias se extienden y se extinguen con más rapidez que nunca; y las empresas se ven obligadas a moverse cada vez más deprisa.

Un ejemplo claro de esta transformación pudimos verlo en la pospandemia: en solo un año el ritmo de adopción del teletrabajo se disparó desde ser una anomalía a convertirse en una opción muy extendida en las empresas. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España ya hay más de 3,1 millones de personas que teletrabajan de forma habitual u ocasional, una cifra que antes de la pandemia parecía imposible de imaginar.

Una de las principales causas de esta aceleración es el proceso de digitalización que nos acompaña desde hace décadas y que afecta a todas las áreas de la empresa, desde la organización del trabajo a la producción o la comercialización de los productos y servicios. El creciente uso de las herramientas de la inteligencia artificial promete pisar aún más el acelerador de estos cambios, con su gran capacidad para automatizar, aprender de lo anterior y, de manera revolucionaria, generar productos nuevos.

Aunque la velocidad de cambio nos puede dar miedo, existen motivos para ser optimistas: hoy en día sabemos mucho más sobre cómo gestionar en entornos de cambio y alta incertidumbre.

 

Macrotendencias Existen dos macrotendencias que van a marcar el paso de los cambios en la economía y la sociedad: la sostenibilidad y la inteligencia artificial. 

1. Sostenibilidad (en sentido completo). Se pone mucho énfasis en la sostenibilidad medioambiental, que sin duda tiene una importancia decisiva para asegurar el legado de nuestro planeta a las futuras generaciones. A su vez, también debemos ser capaces de abordar con urgencia los aspectos relacionados con la sostenibilidad de las personas que lo habitamos. Cuestiones como la desigualdad, los efectos derivados de la baja natalidad y el aumento ...