Navegando por la revolución tecnológica: formando a los directivos para el éxito

En el mundo empresarial actual, las tecnologías disruptivas están revolucionando la forma en que las compañías operan y compiten. Estas tecnologías, que cambian por completo el statu quo, ofrecen a las empresas la oportunidad de mejorar sus procesos, crear nuevos productos y servicios y llegar a nuevos mercados. Para aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnologías disruptivas es importante que los directivos estén formados en estas áreas.

Y es que la formación en tecnologías disruptivas ayuda a los directivos a:

• Comprender las últimas tendencias tecnológicas.

• Desarrollar las habilidades necesarias para implementar estas tecnologías.

• Tomar decisiones estratégicas informadas sobre el uso de estas tecnologías.

 

¿Qué son las tecnologías disruptivas? Las tecnologías disruptivas son innovaciones que alteran significativamente la forma en que operan las industrias, a menudo desplazando a los líderes del mercado establecidos y transformando los modelos de negocios tradicionales. Estas tecnologías crean nuevos mercados y redes de valor, alterando el statu quo y desafiando las normas existentes. Los ejemplos incluyen inteligencia artificial (IA), blockchain, análisis de big data y realidad virtual (RV), aumentada (RA) y mixta (RM).

De acuerdo con el McKinsey Global Institute1, las tecnologías que tienen el mayor potencial para generar un impacto económico sustancial y una disrupción para 2025 comparten cuatro características: alta tasa de cambio tecnológico, amplio alcance potencial de impacto, gran valor económico que podría verse afectado y potencial sustancial de crear un impacto económico disruptivo.

 

1. Alta tasa de cambio tecnológico. La primera característica se relaciona con el potencial que las tecnologías disruptivas tienen para demostrar rápidos cambios en las capacidades en cuanto a factores como la relación precio-rendimiento en relación con sus posibles sustitutos, o desarrollan avances que provocan tasas de cambio aceleradas o mejoras de capacidad discontinuas. Un ejemplo de ello es la tecnología desarrollada para la secuenciación de genes, que avanza a un ritmo que es incluso superior al potencial de procesamiento de los ordenadores. O lo que está ocurriendo...