Superar las barreras organizativas para aprender del fracaso

La idea de que las personas y las organizaciones en las que trabajan deben aprender de los fracasos goza de un amplio respaldo popular y parece una obviedad. Sin embargo, son muy pocas las organizaciones que de forma sistemática y eficaz aprenden de los fracasos. Importantes y afamados fracasos organizativos, como las tragedias de las lanzaderas Columbia y Challenger de la NASA y los escándalos contables de Parmalat y Enron, remarcan la necesidad de aprender de los fracasos.

¿Por qué las organizaciones no aprenden de los fracasos? Nuestra investigación indica que una parte importante de la incapacidad que muestra la mayoría de las organizaciones para aprender de los fracasos corresponde a la falta de atención a los pequeños y cotidianos fracasos organizativos. Con frecuencia, los pequeños fracasos son los "signos de alerta temprana" que, si se detectan y afrontan, pueden resultar esenciales para evitar fracasos catastróficos en el futuro. En términos generales, cuando los pequeños fracasos no se identifican, comentan y analizan, resulta muy difícil evitar que se produzcan otros más importantes.

 

BARRERAS PARA APRENDER DE LOS GRANDES Y PEQUEÑOS FRACASOS A pesar de que el aprendizaje de los fracasos es un sello distintivo de las compañías innovadoras, hasta las empresas que invierten mucho tiempo y esfuerzo en convertirse en "organizaciones que aprenden de los fracasos" tienen serias dificultades para adoptar la mentalidad y los hábitos cotidianos que permiten aprender del fracaso. Para comprender las barreras que hacen que aprender de los fracasos sea tan difícil, hay que tener en cuenta los atributos, tanto técnicos como sociales, de las organizaciones.

Barreras incorporadas en sistemas técnicos Las barreras técnicas se presentan cuando las personas carecen del know-how científico básico necesario para abordar eficazmente los aspectos analíticos y científicos del aprendizaje de los fracasos, incluyendo el uso adecuado de análisis estadísticos y otras herramientas, o cuando las tecnologías son especialmente difíciles de entender y diagnosticar. Al confiar exclusivamente en el sentido común, las limitaciones de la intuición humana y la capacidad de "encontrar el sentido" pueden hacer que las personas extraigan conclusiones erróneas, lo cual inhibe el aprendizaje tanto intelectual como colectivo.

Barreras incorporadas en sistemas sociales