En las empresas en proceso de cambio, la responsabilidad de guiar al equipo es de los directivos y la forma en la que lo hagan puede ser determinante para mantener la motivación de los profesionales.
Cómo dirigir un equipo en tiempos de cambio
MM
Max Messmer
Business & Technology (Núm. 11) · Habilidades directivas · Enero 2015
Sean cuales sean las circunstancias, los miembros de una organización reaccionarán al cambio de maneras muy diferentes. Algunos se adaptarán con rapidez, mientras que otros serán más reacios a aceptar nuevas situaciones. Mediante la adaptación de su estilo directivo, el líder puede garantizar que el cambio se produzca con suavidad.
Planificación, Seguimiento y Comunicación
Aun en el caso de enfrentarse a cambios menores en el estado de las cosas, el directivo debe asegurarse de que ha previsto las posibles reacciones de los profesionales. Supongamos, por ejemplo, que el líder de un equipo planifica una conversión de los sistemas financieros. Antes de que esta conversión tenga lugar, debe dar a conocer a su equipo cuándo y cómo se instalará el nuevo sistema y qué repercusiones tendrá en el trabajo. Además, debe prever cómo dar a su equipo la formación adecuada sobre el nuevo sistema y necesitará contar con alguien que pueda resolver problemas una vez que esté en marcha. Si el cambio se produce sin avisos ni explicaciones, el equipo puede interpretar que se le ha dejado de lado y mostrarse crítico con respecto a futuros proyectos. La comunicación debe ser siempre la principal prioridad al introducir una nueva iniciativa. Si los profesionales no reciben suficiente información, crearán sus propias hipótesis sobre lo que ocurra. Por ejemplo, puede que la empresa tenga la intención de fusionar las oficinas centrales y las de una zona bajo la misma estructura jerárquica a final de mes. Es posible que el directivo crea que la nueva relación entre los equipos contribuirá a que la empresa funcione con mayor eficacia. Sin embargo, si no mantiene informadas a las personas de la organización, estas pueden suponer lo peor: que sus puestos de trabajo peligran. Para evitar estos equívocos, es necesario que el líder fomente el debate entre los miembros del equipo. Deberá plantearse la convocatoria de una reunión de área para responder a posibles preguntas. Si la cuestión afecta a toda la empresa, puede que sea recomendable que un miembro de la alta dirección asista a la reunión para responder a inquietudes concretas. El líder del equipo debe plantear, a su vez, algunas preguntas que sirvan para iniciar el debate. Cuando sea apropiado, el líder deberá solicitar feedback a los profesionales de su equipo antes de planificar un cambio importante. Es posible que estos proporcionen una perspectiva nueva y soluciones creativas a los...
Max Messmer
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Presidente y consejero delegado de RHI. Es autor de “Managing Your Career For Dummies” y “The Fast Forward MBA in Hiring”
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TP